Percibí que te habías ido cuando entre la muchedumbre dejé de percibir el calor de tu cuerpo, el olor de tu perfume, la gracia de tu presencia. Tu ausencia en mi lecho me hizo sentir frío aún en las noches calurosas de verano. Una imagen confusa, una sonrisa gastada, y un hueco en la cama es todo lo que me queda de vos.
Te resumiste a un recuerdo mal guardado, y que sin embargo, a veces llevo conmigo. Todavía me pregunto dónde estás. Te busco, pero no consigo encontrarte. Pasa el tiempo, y el cansancio me hace resignar. Me dedico a escribirte cartas que nunca voy a enviar, y entre líneas te regalo sonrisas que nunca mirarás.
Pasan las estaciones. Primavera, verano, otoño, invierno, primavera otra vez. Parecen un círculo que nunca va a terminar, y en él me mareo, me caigo, me levanto, vuelvo a sufrir, y sigo acá sin poder avanzar. Pensando en momentos que nunca viví, mezclando recuerdos con deseos que hubiese querido concretar.
Me levanto un día, escribo una nota, pongo un punto final. Cierro el cuaderno, lo pongo en un cajón, y allí deposito una historia ideal, que nunca viví, pero que quisiera realizar. Dejo eso guardado y comienzo en otro cuaderno, en otras páginas, a escribir otra historia de incierto final.
escribis hermosoo! me gusto muchoo! segui asi:) un abrazo (MijahBondaz)
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